El pasado mes de agosto fue mi cumpleaños (¡cómo pasan los años...!) y como se dice: en casa del herrero, cuchara de palo. Bueno en verdad sí que me hice una tarta ( es que no puedo resistirme a un dulce) pero nada espectacular, de hecho no le hice ni fotos. Era una tarta fresca, de nevera, de chocolate rellena de profiteroles ya que a mi cuñada le gustan mucho y como está embarazada......hay que darle caprichos.
Pero lo mejor fue la sorpresa que me dio mi otra cuñada, que apareció con esta tarta tan original y simpática....y ya que conozco algo el tema de la reposteria sé el trabajo que le tuvo que costar y el tiempo que le tuvo que dedicar a los lacasitos.... je,je.Así que, muchas gracias cuñá por el detalle.
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